RESCATEMOS NUESTRA EMPRESA CAFETERA
Principio de orden aplicado con responsabilidad.
¿COMO RESCATAR NUESTRA EMPRESA CAFETERA?.
Se habla y se escribe mucho en el mundo del café, de los bajos precios, la baja productividad, la presencia de plagas, enfermedades, el famoso cambio climático, entre otros; todo esto ha venido generando muchas iniciativas para ayudar a que el productor de café salga adelante con su negocio; pero me sorprende que poco o nada se habla de la Rentabilidad, lo que siempre he considero como el problema principal de la actividad a nivel mundial y que en principio es lo que progresivamente viene deteriorando agronómicamente el parque cafetero. Sin temor a equivocarme considero que en el mundo, mas del 90% de los productores de café lo que no tienen es el capital de trabajo para continuar operando adecuadamente su empresa, agregando a esto las deudas que continuamente tienen pendientes por pagar. Por estas razones, que van mas allá de lo agronómico y del entorno climático, y que además seguirían siendo parte fundamental del negocio, me gustaría compartir una opción que con base en mi experiencia, es una herramienta totalmente viable que puede sacar adelante al productor de café; claro esta, no esperemos que en un negocio de largo plazo haya soluciones de inmediato plazo, y que además sea fácil; todo cambio y mejora requiere de un proceso, con restructuración, planificación, disciplina y la decisión de querer salir adelante; nadie se hace rico de la noche a la mañana de manera sostenible.
La problemática del productor de café, se acentúa año a año cuando sin recurso o escaso recurso financiero, pretende sacar toda la finca a flote; en la situación actual esto es realmente imposible y mas aun con un parque cafetero caído agronómicamente, pero si hacemos un plan de rescate y trabajamos solo parte de la finca, con base en el recurso que tenemos (dinero y nuestra mano de obra), con abandono temporal o permanente de las áreas no rentables, es donde el negocio comienza a tener viabilidad, con la ventaja de que en el mediano plazo, podamos recuperar todas las plantaciones de café, si es que lo justifica o bien, diversificar la empresa con otros productos que se adapten a nuestras condiciones agroecológicas y que además conozcamos del negocio.
Si con el esfuerzo de todas las iniciativas, efectivamente se lograra que el productor de café mejore su productividad y que con esto incremente el volumen de producción en el parque cafetero actual, la producción mundial (oferta), excedería en mucho el consumo mundial (la demanda), obviamente esto no le conviene a nadie, además que no están los recursos ni la actitud disponible que se requiere para llevarlo a cabo. Pero si con el recurso con que verdaderamente cuenta el productor, lo dedica en trabajar solo el área productiva que es capaz de asistir adecuadamente y que la plantación lo justifique en costo/beneficio, se convierte en una opción viable, para que el productor de café pueda continuar con el negocio. De hacerlo con base en este principio, no solo no pone en riesgo la familia y la empresa, sino que puede llegar a ganar dinero y no atentaría contra el equilibrio o balance mundial del negocio, pero si podría llegar a tener una mejor calidad de vida y salir del problema del que hoy la mayoría enfrenta, de lo contrario seguirá siendo un sobreviviente, generando riqueza para otros.